Historia del bajo Eléctrico

Y en el origen, todo era oscuridad ... En nuestro caso, todo era silencio
Desde que el ser humano existe, su existencia a estado acompañada de música. Ya sea golpeteando cosas para lograr un ritmo o creando melodias con nuestra propia voz, existió música desde el principio.

Y así se fué perfeccionando y creando instrumentos que generan diversos y hermosos sonidos.

Hoy nos sumergimos en las aguas de la historia para conocer de dónde viene este preciado instrumento musical, que en lo personal, me cautivó al momento de escucharlo y al que rindo honor cada día.

El bajo eléctrico, tal y como lo conocemos, es un instrumento joven, pero su antecesor directo "el contrabajo" data de más de 500 años. Muchos luthiers presentaron proyectos de instrumentos eléctricos en las décadas del 20 y 30, entre ellos Lloyd Loard y Paul Tutmarc, pero ninguno de ellos prosperó entre los músicos (aclaración a pedido de los lectores).
 
Primer Bajo eléctrico

Fender Precision Bass
El bajo electrico tal como hoy lo conocemos apareció en la década del 50 de la mano de un gran visionario llamado Clarence Leonidas "Leo" Fender (1) . Este luthier norteamericano presentó el Fender
Presicion Bass en el año 1951, revolucionando la industria, ya que pretendía ofrecer a los
contrabajistas un instrumento portátil para facilitarles el transporte, sino también –y sobre todo- ofrecer a los guitarristas (quienes estaban perdiendo rápidamente sus trabajos en las orquestas debido a la rápida disminución de los miembros de las mismas) un instrumento que les permitiera tocar el bajo con la técnica de la guitarra, redoblando de esta manera sus oportunidades de encontrar trabajo.

Aparte de su portabilidad, el bajo de precisión Fender, incorporó las divisiones en su diapason (trastes) que hasta el momento no existian. De ahí su nombre de "precision" ya que era más preciso y fácil ubicar las notas que en un contrabajo. También incorporó el micrófono simple (pastilla), que ya utilizaba en las guitarras "telecaster".

Leo Fender
El principal problema que encontró fue encontrar una longitud de escala adecuada para el mástil de su nuevo instrumento, y tras muchos experimentos, adoptó la medida que aún hoy permanece como estándar, esto es, 34 pulgadas. El primer prototipo usaba clavijas de contabajo y cuerdas de tripa y acero. Dado que el cuerpo era tan pesado, Leo le proporcionó “cuernos” dobles, para facilitar el balance del instrumento

Fender creó asimismo un amplificador para su nuevo instrumento, el Fender Bassman, que más tarde sería reverenciado por guitarristas de todo el mundo.

A pesar de los esfuerzos de Fender el Precision Bass era aún poco más que una curiosidad a mitad de la década de los 50, y la gran mayoría de los bajistas usaba aún el contrabajo. Fueron entre los músicos de Rock&Roll, atraídos por el enorme volumen que entregaba el Precision en comparación con el contrabajo acústico, donde el nuevo Precision encontró más aceptación.

Aparece la competencia

Desde mediados de los años 50, motivados por el progresivo éxito de ventas que estaba obteniendo Fender con su Precision Bass, otras compañías comenzaron a proponer sus propios modelos de bajo eléctrico, basados en los principios básicos que Leo Fender había establecido en su Precision pero incorporando nuevas ideas; así Nathan Daniel de Danelectro presentó en 1956 su “Danelectro UB2”, un instrumento de seis cuerdas y escala corta afinado una octava más grave que la guitarra estándar; en 1953 Gibson presentó su modelo EB-1, un bajo también de escala corta y cuerpo hueco, y a principios de los 60s el EB-0 y EB-3, dos bajos con el mismo cuerpo que la popular guitarra Gibson SG; y Roger Rossmeisl, de Rickenbacker presentó en 1957 su “Model 4000”, primer bajo eléctrico de la historia de mástil a través del cuerpo, cuyas verdaderas posibilidades tardarían años en apreciarse realmente.
Gibson EB-1

En 1960, Fender presentó su segundo modelo de bajo eléctrico, el Fender Jazz Bass un modelo de dos pastillas, cuerpo asimétrico y mástil ligeramente más estrecho que era considerado como el modelo “Deluxe” del Precision y cuyo nombre derivaba del modelo de la guitarra hermana del bajo, la Fender Jazz Master.  La función del bajo eléctrico comenzaba a definirse, y sus enormes posibilidades iniciaban a ser exploradas.

Por esa época, en el año 1966, Leo Fender diseñó un nuevo bajo eléctrico, el Mustang Bass. Ese sería su último diseño en la compañía antes de su salida definitiva en 1970. Este bajo era de un cuerpo idéntico a la guitarra Mustang y era de corta escala y cómodo para tocar, lo que facilitaba el ingreso de músicos novatos al mundo del bájo eléctrico.

Rickembacker 4000
La explosión de los bajistas

Teniendo ya este nuevo y versátil instrumento, los contrabajistas encargados de armonizar las rítmicas, encontraron un reconocimiento que hasta el momento no existía para ellos. Grandes músicos fueron los responsables de popularizar el bajo y su importancia dentro de la banda.


James Jamerson, un oscuro y genial músico de sesión que, trabajando para la discográfica "Motown" con la banda de sesión The Funk Brothers, responsable de cientos de hits del Funk y de Soul (“The Funk Brothers” había grabado prácticamente con todos los artistas negros de la época, como Stevie Wonder, Marvin Gaye, James Brown, Aretha Franklin o Diana Ross) contribuyó como nadie lo había hecho hasta entonces a descubrir y popularizar las verdaderas posibilidades que escondía el bajo eléctrico.

Si James Jamerson descubrió al mundo que el bajo eléctrico ofrecía posibilidades creativas únicas, Paul McCartney fue el encargado de asegurar que todo el mundo había entendido el mensaje. El estilo de McCartney –el primer bajista de renombre que no usaba un bajo Fender- comenzó a definirse y desarrollarse a mediados de la década de los 60.

Con un gran talento para la melodía y una enorme capacidad creativa, McCartney fue además un gran experimentador, y el enorme éxito de The Beatles sacó definitivamente al bajo eléctrico de su relegada posición de segundo plano. Después de él ya todos sabían que existía una cosa llamada “bajo eléctrico”.

De ahí en más, con la llegada del rock a los ámbitos populares, el bajo eléctrico se hizo masivo y gracias a figuras populares como John Paul Jones, de Led Zeppelin, Chris Squire, de Yes, o Jack Bruce, de Cream apareció toda una generación de bajistas cada vez más virtuosos, los que experimentaban con nuevas marcas y modelos de bajos gracias a los cuales tenemos la tremenda variedad de instrumentos de hoy en dia.

La Nueva Era

Tradicionalmente se atribuye al luthier Carl Thompson la construcción del primer bajo de 6 cuerdas de la historia, que realizó en 1975 para Anthony Jackson, a quien, escuchando las líneas de bajo del organista de Jazz Jimmy Smith, se le ocurrió la idea de un bajo eléctrico de rango extendido, un bajo de seis cuerdas afinado B (Si), E (Mi), A (La), D (Re), G (Sol), C (Do).

El virtuoso Jimmy Johnson ya utilizaba bajo de cinco cuerdas un año más tarde, con afinación BEADG y fabricado por Alembic, mientras Jackson continuaba sus experimentos, porque no estaba satisfecho con los resultados. La popularización de los bajos de cinco y seis cuerdas llegaría en los años 80, con músicos como el propio Jackson o John Patitucci y compañías como Yamaha, una de las primeras en ofrecer un bajo de cinco cuerdas de serie, su modelo “BB5000” de 1987.
Yamaha bass
La propia compañia Fender, que había establecido el estándar en el bajo eléctrico tardaría años en ofrecer modelos de 5 y 6 cuerdas, pero este vacío lo ocuparían luthieres como Roger Sadowsky o Mike Lull, que ofrecerían copias muy mejoradas de bajos Fender, a menudo con 5 o más cuerdas.

Warwick bass - 5 cuerdas
Mientras tanto, en el oriente, aparecían nuevas compañías de fabricación de bajos que, ofreciendo en un principio copias de baja calidad de instrumentos clásicos norteamericanos, no tardaron en iniciar sus propias líneas de producto que, poco a poco, irían ganando un merecido prestigio por la calidad de sus instrumentos. Entre ellas cabe citar a las japonesas Yamaha, Aria o Ibanez.

Con todo esto, más la llegada de bajos europeos, como el Warwick que derivan de una tradición de fabricación artesanal, el mundo de los bajos continúa creciendo y experimentando con nuevos materiales, para dar más opciones a los instrumentistas cada vez más especializados.

En conclusión, después de haber recorrido la historia de este gran instrumento, cabe destacar que a pesar de toda la evolución y la cantidad de opciones en cuanto a instrumentos con la que contamos en nuestros días, hoy más que nunca se reivindica la vigencia del Fender Precision Bass, primer bajo eléctrico de la historia.-

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